Whinfield y su asistente Dickson trabajaban para una empresa textil británica de nombre: Calico Printer’s Association ubicada en la ciudad de Manchester. Ellos descubrieron cómo condensar el ácido tereftálico y el etilenglicol para producir un nuevo polímero que pudiera caer dentro de la clasificación de una fibra. Whinfield y Dickson patentaron su invento en julio de 1941 bajo el nombre de “Polyethylene Terephthalate, PET” (Tereftalato de Polietileno), pero debido a restricciones de secreto en tiempos de guerra no se hizo público hasta 1946.
A partir de 1946 se empezó a utilizar industrialmente como fibra y su uso textil ha proseguido hasta el presente. En 1952 se comenzó a emplear en forma de película para envasar alimentos. Pero la aplicación que le significó su principal mercado fue en envases rígidos, a partir de 1976. Pudo abrirse camino gracias a su particular aptitud para la fabricación de botellas para bebidas poco sensibles al oxígeno como por ejemplo el agua mineral y los refrescos carbonatados. Desde principios de los años 2000 se utiliza también para el envasado de cerveza.