En 1855 tiene lugar el descubrimiento de un nuevo material resultante de la disolución de dos elementos, se lo denominó Parkesita, conocido actualmente como celuloide. El nombre viene de su inventor el inglés Alexander Parkes
Descubrió que el nitrato de celulosa se disuelve en alcanfor fundido, con la ayuda de calor y que al enfriarse la disolución, antes de convertirse en una masa dura, pasaba por una fase intermedia de plasticidad, durante cuyo transcurso podía ser objeto de moldeo. Parkes obtiene un nuevo material que podría ser utilizado en su estado sólido, plástico o fluido, que se presentaba rígido como el marfil, opaco, flexible, resistente al agua, coloreable y tenía la posibilidad de ser trabajado con un utensilio como los metales, estampado por compresión e incluso laminar. No tuvo mucho éxito debido a su alto costo de producción.